lunes, 24 de agosto de 2015

El primer día del resto de mi vida

Entre tus nubes y mis contraluces, fuiste cubriendo el cielo con las cruces que terminaron por tapar el sol.

La canción comienza refiriéndose a la falta de claridad de la persona a la que uno amaba en el pasado, de ahí lo de "tus nubes", es decir, se refiere a la carencia de ideas de un objetivo común para la pareja, a ideas que enturbiaban la mente de la otra persona y que le impedían ver con claridad.
"Mis contraluces" hace referencia a mis sombras, la falta de felicidad a su lado, ya que la luz se relaciona con la plenitud del alma y la falta de luz a la infelicidad.

"Fuiste cubriendo el cielo con las cruces" se refiere a que, por esas "nubes" o falta de claridad en las ideas, fue echando a perder la relación tan bonita que había entre los dos, el "cielo" se cubrió de "cruces" y ahora sostener esa relación se convirtió en una carga para la otra persona, tanto es así que todo ésto terminó por "tapar el sol". Es decir, entre las "nubes" de uno y que la otra persona ya no era feliz a su lado, el cielo se fue tiñendo de negro y el sol dejó de lucir.



¡Tu voz sonaba tan arrepentida...! Arrodillado como un niño en la orilla, desenterrando un poco de tu amor.

Aquí la canción habla de la petición por parte del ser amado de una segunda oportunidad. Se deduce de los versos que, desde que la relación acaba hasta este nuevo reencuentro, pasa un tiempo muy largo. Ahora el otro trata de "desenterrar" y buscar en la arena el pasado que construyeron juntos y todo ese amor que una vez sintió junto a esa persona. Éste es un recurso muy propio del autor de la canción, Pablo Benegas, quien ya alude el término de "desenterrar" en la canción titulada La paz de tus ojos: "sé que me he vuelto a perder, que he vuelto a desenterrar todo aquello que pasé, no sé ni cómo explicar que solo puedo llorar, que necesito la paz que se esconde en tus ojos..." Aquí Benegas lo utiliza en un contexto parecido, la persona a la que el otro amaba intenta desenterrar los recuerdos de una historia ya pasada, que fue muy bonita en su momento, pero de la que ya no queda nada, solo recuerdos...



Y ahora que te digo adiós y se abren mis alas, me pides perdón.

Ahora que me despido finalmente de ti, ahora que "digo adiós" al daño que tu ausencia me causó, justo en el momento de mi vida cuando más te necesitaba, justo cuando los días y las ideas se tornaron grises y mi corazón latía en mi soledad y roto de dolor por la forma en que habías marchado, sin decir nada... Ahora, que por fin me doy cuenta que ése fue el momento en que se "abrieron mis alas" y que, además, fue ése el punto de partida para que cada vez me sintiera mejor... Ahora, "me pides perdón".

Te quise como a nada más, como al respirar. Te quise como el fuego al viento en una noche de San Juan.

Yo, que te quise "como al respirar", con la intensidad con la que es característica que el viento sople sobre el fuego en la noche de San Juan...


Y ahora que me voy me das la luna sobre el mar, ahora que no hay más destino que el camino en soledad.

Ahora que se esfumó la idea de una vida juntos, compartiendo momentos en común, me das "la luna sobre el mar", es decir, me dices que volvamos a recuperar un amor que era ingenuo, desinteresado e infinito. Me pones de nuevo la luna en un mar que se había quedado sin ella. Como bien se sabe, la luna ejerce una gran influencia en las olas que el mar es capaz de generar.

Ya queda poco por decir y poco para recordar, que llora el río cuando pasa porque nunca volverá.

Pues bien, ya no queda nada entre nosotros. "Poco por decir y poco para recordar". La canción, hasta este punto, no hace más que ofrecernos imágenes visuales. Aquí nos muestra la imagen de un río que, metafóricamente, simboliza su paso por un territorio al llanto de una persona por alguien que no volverá. Lo que significaría la muerte de esa otra persona, pero que aquí, lo que quiere decir es la muerte de una relación, el fin de un sentimiento.


Las lágrimas que saben más amargas son las que llevan dentro las palabras que se quedaron en tu corazón.

Aquí la canción refleja la vivencia que tiene la persona a la que amaba. Las lágrimas, y aquí vemos otra imagen visual, son tan grandes, contienen tanto dolor por ese amor que ya es pasado y significó tanto en sus vidas, que la persona a la que tanto quiso no le queda más remedio que guardárselas en su interior, en su corazón. El amor que en el pasado tuvo en su mano, ahora se ha esfumado completamente...

La noche siempre trae algún consejo, pero el silencio aviva los remordimientos. Yo fui en tu vida un baile sin canción.

Aquí, la canción habla en primera persona. Dice que la noche, que simboliza la nostalgia y la idea de vuelta al pasado, se apodera de él de repente y le da por pensar qué hubiera pasado si le hubiera dado esa segunda oportunidad a ese amor del pasado, que volvía "desenterrando" recuerdos vividos...
Pero el tiempo que ha transcurrido desde entonces "aviva", como el fuego, los remordimientos. El silencio, al igual que el fuego, da vida a la idea de que ya no era amado por el otro ser.


El primer día de mi vida sin ti cosí tu sombra al viento que se marcha, guardé un suspiro de después de partir, dejé una carta para mis fantasmas.

El primer día de mi vida sin ti, cubrí recuerdos con sabanas blancas. Soplé en tu cara todo lo que sufrí. Llegó la música hasta mi ventana.

La canción concluye diciendo que a partir del primer día de su vida sin la persona a la que, en un pasado amaba, todo ha sido liberación. Por fin ha llegado la armonía, representada como la "música", hasta su ventana, es decir, a su vida. Dice también que, cada vez que le inunde algún recuerdo de esa historia pasada, es decir, cuando lleguen los "fantasmas", dejará para ello una carta escrita recordando todo lo que vivió por esa época para que éstos se dispersen y no vuelva a tomar una dirección equivocada en su vida. A partir de ahora, cubrirá "recuerdos con sábanas blancas" que no es más que una forma de simbolizar que esa historia solo le condujo a una mala etapa en su vida, que bien podría representarse como la muerte de la propia persona, de ahí lo de las "sábanas blancas", igual como si estuviera envolviendo a un difunto para darle su último adiós.


Pero concluye mencionando "soplé en tu cara todo lo que sufrí", porque creo lo que quiere decir es que no le guarda rencor a la persona que tanto significó para él en el pasado. Simplemente, pretende que la vida siga su curso, cada uno con sus respectivas vidas, buscando la felicidad cada uno por separado. Pero sin que haya un resquicio de resentimiento, por éso ahora sí puede decir "hoy es el primer día del resto de mi vida". Esta frase está inspirada en el positivismo, es decir, todo ese sufrimiento ha significado un punto de inflexión, el ayer ha quedado ya atrás y hoy es el punto de partida de una nueva etapa, mirando siempre hacia delante. 


Al final, la música ha llegado hasta su ventana. Que bien puede simbolizar el dinamismo, la armonía o la apertura definitiva hacia el mundo con un enfoque más optimista y vital. A Pablo Benegas le gustan las ventanas, tal y cómo lo demuestra en muchas de sus canciones de las que son su autoría.  


Y este gusto por los ventanales lo comparte con Oculiris, para quien la oftalmología es la rama más bonita de la medicina. Porque cree que, desde los numerosos puntos de vista que estudian el sistema visual (física óptica, optometría, neurofisiología, etc.), el oftalmólogo tiene un puesto privilegiado, central, para integrar todo el conocimiento acumulado y sintetizar este saber en medidas terapéuticas. La relación del oftalmólogo tan directa sobre el ojo nos permite entender sus estructuras y su función mejor que cualquier otro. Y apreciar también su belleza, porque se dice que los ojos son "la ventana del alma al mundo".